19 nov 2012

El Prestige. Marea Solidaria.


Hoy hace diez años de un accidente que quedará para la historia, no por el accidente en sí, sino por la marea que provocó. Una marea de negro chapapote, que atrajo una marea de Solidaridad.

El Prestige era un buque monocasco de la categoría Aframax (menos de 125.000 toneladas). Hay quien piensa que su hundimiento se debió a esta característica, pero, aunque a priori pudiera parecer que esa fuera la causa del accidente, hay que recordar otro accidente similar con otro buque, esta vez de doble casco: el 3 de diciembre del año 1992 el petrolero Mar Egeo también se hundió frente al puerto de A Coruña al intentar entrar a puerto para descargar en la refinería que Repsol tiene en dicha localidad.
 
Los datos técnicos de estos dos hundimientos no los conozco, lo que pasó después sí.
 
Como persona optimista que soy, siempre busco encontrar el lado positivo de las cosas, y en esta catástrofe del Prestige, a diferencia de la del Mar Egeo, lo hay.
 
Junto a la gran catástrofe ecológica, económica y social que supuso el hundimiento del Prestige y a la marea negra que sus vertidos produjeron, apareció una nueva forma de marea nunca antes vista hasta la fecha. Con el hundimiento del Prestige apareció de la nada la Marea Solidaria.
 
Que cientos de miles de personas (hay quien habla de cerca de 300.000) provenientes de todos los rincones del mundo se dieran cita en el lugar de los hechos casi que de una forma espontánea para ayudar, para arrimar el hombro en las labores de limpieza, supuso un fenómeno nunca visto hasta la fecha.
 
¿Qué llevó a personas de otros lugares sin ninguna vinculación con la catástrofe a ofrecerse para trabajar de una forma desinteresada?
 
¿Qué motivación personal hay que tener para levantarse un día y decidir dejar a tu gente, tu casa, tu trabajo o para incluso llegar a pedir días de vacaciones para ir "allí" a trabajar?
 
Según me comentó en su día una de las personas que hasta allí se desplazaron "había que ayudar", "había que ser solidario".
 
Una de las cosas que convirtieron a esta Marea Solidaria en mas que excepcional fue que los voluntarios allí presentes tenían un trabajo por hacer bastante peculiar: recoger con sus propias manos un vertido tóxico (cerca de 2.000 personas sufrieron intoxicación de laringe) que por si fuera poco, tal como era retirado volvía a invadir la costa una y otra vez.  Si a esto le añadimos que los medios con los que contaban eran prácticamente inexistentes, la valía personal de esta gente hay que elevarla a lo más alto.
 
Además pone de manifiesto que esta Marea Blanca no era como el resto de las mareas, pues no fue producida por la fuerza común que mueve todas las mareas, generadas por la acción de la gravedad que ejercen la luna y el sol, esta marea fue producida por una fuerza mayor: la fuerza de la Solidaridad.
 
Y es que si algo bueno trajo la mayor catástrofe ecológica de la historia de España fue la marea de Solidaridad que provocó.
 
Supuso que muchas personas mostraran uno de los valores que todos deberíamos mostrar mas a menudo: hacer algo por los demás sin esperar nada a cambio, lo que debiera ser la base en la que se sustenta esta sociedad que dice ser moderna.
 
La importancia de la Solidaridad no sólo es vital para un buen desarrollo social, es que sin ella,  la sociedad es menos social. Además es de singular importancia para el estudio y comprensión del hombre en sociedad y de la sociedad en si misma. No de su tamaño, sino de su calidad.
 
La Solidaridad como profunda convicción determina nuestra forma de ser, y nuestra forma de ser determina nuestra conducta. La Solidaridad como valor orienta nuestras deci siones y fortalece nuestro sentido del deber.
 
Valores como la amistad, la lealtad, el honor, el respeto a los demás, la Solidaridad, etc, no solo son necesarios, sino que una persona que por ejemplo respeta a los demás tiene mas probabilidades de ser respetada.

El problema, o al menos parte de él, radica en que vivimos en una sociedad que vive de la apariencia.  ¿Qué es lo importante, ser bueno o que se vea? Hoy en día esta sociedad falta de valores, cree que lo importante es como aparecemos, no lo que verdaderamente somos. Pues lo que somos está escondido, mientras que se nos juzga por lo que aparentamos.
 
Una sociedad sin principios ni valores es un nuevo Prestige, puesto que una sociedad sin valores es una sociedad sin rumbo que irremediablemente va dando tumbos hasta hundirse, no en el fondo del mar, pero si en el fondo de sus miserias.
 
Desde este espacio de reflexión, os invito a que todos nos convirtamos en Marea de Solidaridad que contrareste los efectos negativos de la actual marea negra de falta de valores, de ética y de moral que cubre de negro chapapote nuestra actual sociedad.

1 comentario:

  1. Hola,

    Despues de leer este articulo y haber estado alli en Galicia, tengo que decirte que tal como tu lo has dicho " habia que ser solidario ".

    A.P.T. Madrid.

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