29 jul 2014

Esquisto, ¿ segunda revolución ?

En la costa sur de Inglaterra se dan tantas atracciones que a buen seguro seria imposible coincidir en cual es la más especial. Posiblemente uno pensara bien en la famosa  Durdle Door, o quizá en el pintoresco Corfe Castle  o en los famosos blancos acantilados de Dover.




Pero cuando uno tiene un mayor conocimiento de estas tierras, a buen seguro que se habrá dejado sorprender por  los acantilados de la zona de Kimmeidge que al estar compuestos de esquisto bituminoso contienen hidrocarburos atrapados en sus poros.
Hasta aquí nada salta a la vista del posible visitante de la zona pero hay que recordar que  en ocasiones la tierra ha comenzado a arder o  incluso ha llegado a estallar en llamas cuando la  temperatura ambiente  ha sido  muy alta.

Se calcula que los yacimientos de esquisto bituminoso del mundo pueden contener el equivalente de hasta nueve veces la totalidad del petróleo existente en los pozos convencionales.

Equivocadamente, el esquisto bituminoso no tiene nada que ver con el fracking, una técnica para la extracción de petróleo y gas de un tipo diferente de esquisto mediante perforación horizontal y la fracturación hidráulica. (de ahí el nombre de fracking)

El territorio americano parece haber sido bendecido con prodigiosas cantidades de ambos tipos de esquisto. Como bien se sabe, los pioneros en el campo del fracking han explotado con éxito esta nueva técnica, transformando así el abastecimiento energético del país.

Llegado a este punto, hay que hacer costar que hasta ahora,  y aun aprovechando al máximo la energía conseguida con el esquisto bituminoso, esta técnica suele ser poco rentable, por no hablar de algunas practicas medioambientales inadecuadas en comparación con otras formas de extracción de combustibles fósiles.

Sin embargo y gracias sobre todo a la tecnología una segunda revolución de esquisto está en camino ya que se están encontrando formas más limpias y eficientes de extraer el aceite y el gas de este tipo de rocas.

Este mundo esta lleno de paradojas. Tomemos el caso de Jordania que aunque tiene la quinta reserva mas importante de esquisto del mundo, a día de hoy se ve obligado a importar prácticamente el 100% de sus necesidades energéticas.  El Gobierno jordano acaba de hacer público que recientemente ha llegado a un acuerdo con la empresa estonia  ENEFICIO  para construir una planta de energía  de 540MW alimentada con esquisto.

En Australia, la empresa del esquisto del petróleo, Queensland Energy Resources, ha solicitado permiso para modernizar su planta de demostración a escala comercial. Se espera que la producción comience en 2018.
También la canadiense Questerre Energy, ha manifestado  recientemente que va a empezar a trabajar en un proyecto de demostración comercial, en Utah en los Estados Unidos.

En todos estos proyectos, el esquisto se "cocina" de forma barata, limpia y productivamente en retortas libres de oxígeno para separar la mayor parte del petróleo y el gas, además, en el proceso de ENEFICIO el sólido restante se quema para producir vapor, que a su vez mueve un generador.

 Así que el proceso produce electricidad,  gas natural (una gran ventaja para Estonia,  país que depende totalmente de los suministros rusos) y crudo sintético, que se puede utilizar para hacer el diesel y el combustible de aviación.

La ceniza sobrante se puede utilizar para hacer cemento. El presidente ejecutivo de ENEFICIO, Sandor Liive, dice que sus plantas, la primera de las cuales inició su producción en diciembre de 2012, deben ser rentables, siempre y cuando los precios del petróleo se mantienen por encima de 75 dólares el barril (petróleo Brent del Mar del Norte cotizó  alrededor de $ 113 esta semana).

Aunque los nuevos métodos de explotación de la roca son más limpios que los antiguos, los ambientalistas todavía tienen mucho de que preocuparse.
La calidad de la pizarra bituminosa varía enormemente. Mientras que la encontrada en Estonia es limpia, la jordana tiene un alto contenido de azufre, y la de Utah está cargada de arsénico.

Al igual que las minas de carbón a cielo abierto, la excavación de petróleo de esquisto bituminoso puede dejar  cicatrices en el  paisaje. Cicatrices que se pueden eliminar simplemente con poner una nueva capa de tierra cubierta de frondosa vegetación.

Algunas de las mayores empresas de energía del mundo también han experimentado con la minería y el procesamiento del petróleo de esquisto, sólo para al final darse por vencidas, después de saber que tras tanto esfuerzo  la parte económica no cuadraba.
Sin embargo, Shell dice que está avanzando con un nuevo método puesto en práctica en Jordania en el que la pizarra se calienta bajo tierra con una corriente eléctrica para extraer el aceite.

Además de que estas tecnologías todavía tienen que demostrar su fiabilidad a gran escala, también están lejos de ser baratas. Una caída en el precio del petróleo podría condenar a la industria, como sucedió en la década de 1980, cuando una gran cantidad de minas de pizarra salió del negocio.

Pero así como fracking ha demostrado ser más económico y menos perjudicial para el medio ambiente de lo que  los escépticos esperaban, una vez mas, las nuevas técnicas para extraer los hidrocarburos de esquisto tienen el potencial de alterar el negocio del petróleo.

Algo esta moviéndose en los  Estados Unidos ya que recientemente ha aflojado su prohibición sobre  las exportaciones de crudo, además si la segunda revolución de esquisto tiene éxito, los Estados Unidos  tendrán mucho más petróleo para vender (y mas poder para cambiar el mundo)...

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