La década de los ochenta pasará a la historia como
la de la caída del régimen comunista.
Desde las provincias remotas del Oriente soviético a
los países del Este de Europa, todo un sistema se convulsiona y muere ante la
mirada expectante del resto del mundo.
El 27 de enero de 1987, Gorbachov pronunció la palabra mágica: "perestroika". Renovación, nuevo estilo, quizá lo que ahora
se echa en falta.
Era el viento que vino del Este. Y la tempestad nacionalista se
desencadenó. Las megalíticas imágenes de los héroes comunistas fueron
derribadas y la URSS
comenzó a desvanecerse, para acabar dividida
y enseñando la peor cara de su fracaso y su depresión económica.
Al mismo tiempo, en Berlín el Muro se desmorona, lo
tiró el peso de los hechos; no es verdad que el Muro se cayera, pues el Muro lo
tiro el pueblo.
Aquella barrera ideológica de hormigón que avergonzó y atemorizó a
los habitantes de Berlín y de todo el mundo.
Fue la noche del 13 de agosto, cuando el Ejercito alemán de la zona Este tuvo que levantar el
famoso muro para evitar las múltiples deserciones que, de las maneras más
ingeniosas y sorprendentes, se estaban produciendo hacia la parte Oeste.
Al fin y al cabo, la construcción del Muro de Berlín no fue
mas que la evidencia del fracaso del sistema comunista que imperaba en la RDA , su construcción no fue mas que la construcción
de una cárcel para el pueblo.
Si Polonia supuso el principio del fin del colapso
del comunismo, fue la
República Democrática de Alemania la que de una forma por
todos conocida asestó el golpe de gracia que acabó con el totalitarismo en el
resto de países de lo que fue el antiguo bloque comunista.
El Muro de Berlín fue aquel muro que en la noche del
13 de agosto de 1961 el Ejército de Alemania del Este, para evitar deserciones
(se calcula que, desde el final de la guerra mundial, más de dos millones de personas pasaron del
Este al Oeste), empieza a levantar barreras y fortificaciones: es la
"semilla" de lo que se convertiría en el muro, que dos días después,
se comenzaría a levantar en hormigón prefabricado.
El que 500 policías se pasaran a la parte Oeste,
demuestra que las alambradas eran poco efectivas; aun así, a pesar de la ignominia que suponía el Muro se
mantuvo durante casi 30 años.
Aunque fue concebido con la falsa idea de proteger a
los habitantes de la
República Democrática de Alemana, contra los ataques
fascistas occidentales, su objetivo real era otro.
La
finalidad del Muro de Berlín, fue la de impedir el escape a la libertad de
centenares de miles de ciudadanos inconformes con el régimen comunista impuesto
por la extinta URSS.
Este hecho insólito, supondría el comienzo de unos
acontecimientos que no dejarían indiferente a nadie, pues la corriente de cambio que empezaba
principalmente en los antiguos países del Pacto de Varsovia afectaría de manera
muy directa al nuevo y esperanzador horizonte que le esperaba a la Europa que
hoy conocemos.
Con el fin de estos regímenes socialistas los
pueblos de la antigua Europa del Este, empezaron la difícil y extraordinaria
transformación de sus estructuras tanto económicas, como políticas, como
sociales.
Casi medio siglo después del fin de la
II Guerra Mundial y del nacimiento del
fenómeno conocido como Guerra Fría, aquel
día como hoy de 1989, con la caída del Muro de Berlín se constató el
colapso del socialismo que durante cuatro décadas tiranizó, oprimió, esclavizó,
avasalló, abusó, etc, etc, a las gentes
de la Europa
del Este por aquel entonces sovietizada.
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