23 oct 2015

Perspectivas económicas para 2016

El FMI publicó hace unos días la edición de octubre del World Economic Outlook, donde desgraciadamente se revisa a la baja las previsiones de crecimiento económico mundial que el propio Fondo había hecho en el mes de julio. Una señal de que la economía mundial está sufriendo un deterioro cuyas causas hay que buscarlas en primer lugar, en la transformación económica de China dirigida a aumentar la producción de bienes de consumo y del sector servicios con el fin de satisfacer más adecuadamente las necesidades de sus ciudadanos. Un cambio que está teniendo dificultades ya que el consumo y el sector servicios no son lo suficientemente potentes como para tomar el relevo de las exportaciones y la inversión. El resultado es un menor crecimiento económico de China.

En segundo lugar, este frenazo en el crecimiento económico de China ha provocado una caída brutal de sus importaciones y como consecuencia una caída en los precios de las materias primas. Desde abril de 2011, los precios mundiales de las materias primas han disminuido más de un 40%. Una situación que beneficia a los países importadores de materias primas, como España, pero que, en cambio, debilita las perspectivas de crecimiento para los países exportadores como es el caso de la mayor parte de los países de América Latina.

Tercero, este menor crecimiento de los países exportadores de materias primas y la expectativa de un aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal están contribuyendo a que se produzca una fuga de capitales desde los países emergentes hacia Estados Unidos. Lo que, unido a la apreciación del dólar, está dificultando la devolución de la deuda pública nominada en dólares y la financiación de economías como Ucrania, Turquía, Rusia, Argentina, Brasil, Colombia o Perú.
Este año, América Latina y el Caribe sufrirá una contracción económica (0,3%), consecuencia de la caída de precios de las materias primas, las menores exportaciones hacia China, la contracción de Brasil que es la mayor economía de la región y la fuga de capitales hacia Estados Unidos.

Sin embargo, para el año que viene el FMI es relativamente optimista la región tendrá un crecimiento ligeramente positivo (0,8%). Pero esta mejora no será homogénea. Algunos países tendrán en 2016 crecimientos económicos muy positivos como es el caso de Panamá (6,5%), Republica Dominicana (6%), Perú (4,8%), Colombia (3,9%), Chile (3,7%) o México (3%) mientras que otros continuarán estancados como es el caso de Argentina o con crecimiento negativo: Brasil (1%) y Venezuela (5%).
En el caso de Venezuela a las malas políticas económicas y a la inseguridad jurídica se ha unido la caída de los precios del petróleo. La consecuencia es que la capacidad productiva se está reduciendo drásticamente. Esta contracción de la oferta junto al elevado déficit público está colapsando la economía y ha provocado una hiperinflación del 70%, que parece que seguirá aumentando en 2016 hasta alcanzar niveles de tres dígitos.

El FMI señala a la eurozona, Estados Unidos y Gran Bretaña como las economías del mundo que mantienen o mejoran las previsiones de crecimiento para este año 2015. 
En 2016, la economía estadounidense volverá a ser uno de los motores del crecimiento mundial. Desde el año 2010 la economía de EEUU ha alcanzado tasas de crecimiento cada vez mayores. Así, EEUU crecerá un 2,6% este año (frente al 2,4% del año pasado) y un 2,8% en 2016. Este excelente comportamiento está permitiendo que el mercado laboral estadounidense sea en la actualidad uno los que tiene mejor comportamiento en el mundo: su tasa de paro es del 5%.

EUROZONA
También mejora la situación económica de los países de la zona del euro: sus ritmos de crecimiento están muy cerca del potencial y las tasas de paro se están reduciendo. Este crecimiento obedece a la disminución de los precios del petróleo, la depreciación del euro, la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo y la mejora de las condiciones financieras para las empresas, familias y gobiernos.
En este contexto la economía española se ha convertido en la que más crece de la eurozona y es una de las pocas economías que no sufren revisiones a la baja en las previsiones que el FMI hizo en el mes de julio. En este sentido, el FMI destaca la consolidación de la recuperación española que está siendo más intensa de lo que había previsto a comienzos de este año, y confirma la estimación de PIB que hizo en julio, tanto para 2015 (3,1%) como para 2016 (2,5%). Previsiones que son inferiores a las del Gobierno (3,3% y 3% respectivamente) y también a las del consenso de los economistas (3,2% y 2,8%).
Estos buenos resultados para España son la consecuencia de haber aplicado políticas económicas que han permitido recapitalizar los bancos (muy penalizados por la crisis inmobiliaria), corregir el déficit público (introduciendo duras medidas de austeridad), promover las exportaciones (gracias a la reducción de los costes empresariales y a la moderación salarial), aumentar el parque empresarial (dando facilidades a los emprendedores), reducir la deuda de las empresas (con los planes de pago a proveedores) y atraer inversión extranjera. 
En resumen, España lleva más de dos años teniendo como prioridad principal el crecimiento económico y la creación de empleo y los resultados están ahí. Por ejemplo, el Índice de Producción Industrial (IPI) muestra que la economía sigue creciendo y que las expectativas empresariales mejoran.
En el mes de agosto el IPI creció a un ritmo anual del 2,7%. El crecimiento acumulado en lo que va de tercer trimestre (julio y agosto) es el más elevado de los últimos nueve años. Esta mejoría de la industria se apoyó en la mayor producción de bienes de consumo duradero (3,7%) pero sobre todo de bienes de equipo (8,6%). Este incremento espectacular de la producción de bienes de equipo muestra una mejora de las expectativas empresariales. Efectivamente, la inversión en bienes de equipo es un factor clave del aumento de la capacidad productiva de una economía y una señal de que los empresarios tienen buenas perspectivas de que la recuperación económica continuará. Una prueba es que el Índice de Confianza Empresarial para este último trimestre del año, publicado esta semana por el INE, sigue mejorando y marca un nuevo máximo histórico (131,4 puntos).
El FMI calcula que la economía mundial crecerá más el año que viene que este año. Un mayor crecimiento que, sin duda, puede favorecer las exportaciones españolas y animar la actual fase de recuperación de nuestra economía.







Expansión , 19 de octubre de 2015