25 abr 2017

Elecciones francesas: unos ganan, otros pierden.

Con cerca del 24 % de los votos Emmanuel Macron, (un ex banquero de 39 años que inició su propio movimiento político) ha ganado la primera ronda de las elecciones presidenciales de Francia; por ello disputará una segunda vuelta con el candidato de extrema derecha Marine Le Pen, que tras un débil fin de su campaña obtuvo “solo” el 21,4% de los votos.

Macron es el claro favorito para ganar la segunda vuelta el 7 de mayo;  no sólo es popular por derecho propio, sino que dos de los candidatos perdedores, Francois Fillon y Benoit Hamon, ya lo han apoyado. Ninguna encuesta de opinión ha sugerido que el líder del Front National Le Pen pueda vencerlo en la segunda ronda, y la mayoría de las encuestas predicen un margen de victoria de 2-1 para Macron.



Pero ahora vamos a ver quién gana y quién pierde con este resultado.

GANADORES:

Si empezamos por los ganadores habría que decir que a día de hoy Francia es la segunda economía más grande del continente y que vistos los resultados ha rechazado la tentación de ceder ante los populistas de derecha (en forma de Le Pen) y de izquierda (en forma de Jean-Luc Mélenchon). Los franceses han escogido a un candidato que abrace las realidades del mundo moderno, la tecnología, la fluidez del trabajo y los mercados de capital, y la necesidad de cooperar con otros países, en particular en Europa, en vez de perseguir una ilusión de seguridad nacional y bienestar aislacionista y nacionalista.

El programa de Macron se basa en el deseo de revertir un estado francés que actualmente consume el 56% de sus ingresos nacionales, el más alto de cualquier economía avanzada. Ha prometido fuertes recortes en los impuestos sobre las nóminas y los impuestos sobre la renta de las empresas, y una completa simplificación del complejo sistema de pensiones de Francia. Hay que recordar que Macron había dejado la administración del actual presidente François Hollande después de que sus reformas sobre el mercado de trabajo fueran diluidas por el Partido Socialista.

Con “solo” 39 años, Macron sería la persona más joven en liderar Francia desde Napoleón Bonaparte, y el primer nativo digital en hacerlo. Eso significa que los millennials serán probablemente alguno de los colectivos más beneficiados de cualquier reforma adicional de un mercado de trabajo que protege fuertemente a los que tienen ya un trabajo, pero asusta a los que deseen contratar a nuevos trabajadores. Incluso después de un año de caída del paro, el 23,6% de los franceses menores de 25 años están sin trabajo. La retórica de Macron también sugiere que será menos tolerante con los intereses creados que obstaculizan las startups de Francia.

PERDEDORES:

El fuerte final de la campaña del izquierdista Jean-Luc Mélenchon había suscitado el espectro de un escurrimiento entre extremos de izquierda y derecha. En cambio, terminó cuarto, mientras que Le Pen ni siquiera podía defender la ventaja que había mantenido durante meses en la campaña previa a la campaña. Una victoria para Macron en dos semanas no acabará con el populismo francés, pero el hecho es que el ciclo económico parece estar ahora contra populistas de todos los matices. El desempleo ha estado bajando durante un año, y Macron ahora tiene la oportunidad de abordar los problemas de exclusión y movilidad social en el corazón del malestar.
Por otro lado, cabria hacer referencia a François Hollande y a una izquierda no estructurada: Si Hollande hubiera tenido el coraje de respaldar las propuestas de Macron cuando tocaba, el Partido Socialista de Francia no estaría en el lío existencial en este momento. La economía habría comenzado a recuperarse más pronto, e incluso si eso no hubiera sido suficiente para conseguir que Hollande fuera reelegido, le habría permitido por lo menos salir del Palacio del Elíseo con dignidad. El candidato socialista oficial, Benoit Hamon, terminó en quinto lugar con un miserable 6.4% de los votos.


Conservadurismo francés: Las cosas no parecen mucho mejor para la otra mitad de la clase política tradicional de Francia. Mientras que los conservadores pueden consolarse de que “sólo” han perdido  las elecciones debido a la venalidad personal de François Fillon, la realidad es que su manera de hacer política permitió, patrocinó y cubrió esa venalidad mientras fue humanamente posible. Con escándalos diferentes, pero igualmente sucios, (que han perseguido a Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac en el pasado), la humillación de no llegar ni siquiera a la segunda vuelta por primera vez no es un accidente, sino más bien una humillación que ha perdurado mucho tiempo entre los descendientes políticos de Charles de Gaulle.

19 abr 2017

Breve historia de la contenerización

A pesar de  ser un instrumento vital para el día a día de muchos ciudadanos, el transporte de contenedores apenas lleva unas décadas entre nosotros. . 

Casi desde el primer viaje, el uso de este método de transporte de mercancías creció de forma sostenida y en tan sólo cinco décadas, los portacontenedores transportan  alrededor del 60% del valor de los bienes transportados por mar. 

La idea de utilizar algún tipo de contenedor de transporte no era completamente nuevo ya que
unas cajas similares a los contenedores actuales habían sido utilizadas para el transporte por ferrocarril y caballos combinado en la Inglaterra de finales del SXVIII.

Al otro lado del atlántico, el gobierno de EE.UU.  durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó pequeños contenedores de tamaño estándar, ya que resultaron  ser un medio rápido y eficiente en la descarga distribución de suministros. 

Fue a mediados del pasado siglo cuando el Sr. Mclean, de Carolina del Norte, compró una compañía naviera con la idea de transportar la totalidad de los remolques de los camiones con su carga todavía en el interior. 
Fue entonces cuando se percato de que sería mucho más sencillo y rápido tener un contenedor que pudiera  ser levantado desde un vehículo directamente al barco sin antes tener que descargar su contenido.         


Sus ideas se basaban en la teoría de que la eficiencia podría mejorarse enormemente mediante un sistema de "intermodalidad", en la que el mismo recipiente, con la misma carga, se pudiera transportar con una mínima interrupción a través de diferentes modos de transporte durante su viaje. Los contenedores se podrían mover sin problemas entre los barcos, camiones y trenes. Esto simplificaría todo el proceso logístico. 

Como resumen, podríamos decir que la aplicación de esta idea ha dado  lugar a una revolución en la carga y el transporte que han favorecido sobremanera lo que hoy conocemos como comercio internacional. 

Solo hay que leer los libros de historia para ver que desde antaño hemos tenido grandes pueblos marineros:  fenicios, egipcios, griegos, romanos, portugueses, nosotros los españoles, o los famosos británicos. No hay que olvidar que durante miles de años, la humanidad ha enviado mercancías a través de los océanos, de una tierra a otra. Por no hablar de los piratas, descubridores y demás personajes que navegaban por el mundo en busca de  nuevos territorios o nuevos tesoros.

Como el mundo del cine se ha encargado de plasmar, la carga y descarga de mercancías se producía de forma  individual con barriles, sacos y cajas de madera en un proceso que era lento y engorroso. Sin embargo, este proceso, era la única forma conocida para el transporte de mercancías por barco hasta la segunda mitad del siglo 20. 

Como el proceso era muy laborioso, un barco pasaba fácilmente  más tiempo en el puerto que en el mar, mientras que los trabajadores portuarios movían  la  carga dentro y fuera de espacios reducidos bajo cubierta, todo ello por no hablar del alto riesgo de accidente, pérdida u robo. 

Aunque hubo algunas mejoras para hacer el proceso mas eficiente, hay que decir que fueron los avances industriales y tecnológicos, como la propagación de los ferrocarriles en el siglo XVIII, los que verdaderamente pusieron de relieve las deficiencias del sistema de transporte de cargas. 

El traslado de las cargas de los trenes a los buques y viceversa se convirtió en un verdadero problema. 

Antes de que el sector del transporte marítimo de contenedores surgiera, cajas de varios tipos y tamaños ya habían sido utilizados en el transporte de cargas, simplemente porque estas eran la forma lógica de mover la mercancía de un lugar a otro. Sin embargo, a pesar de estos avances, el manejo de carga era casi tan laboriosa después de la Segunda Guerra Mundial como lo había sido a mediados de la década de 1800. 

Durante la preparación para la guerra de Vietnam, los militares de EE.UU. se enfrentaron con el problema logístico de conseguir suministros para las tropas. Tenían alguna manera para transportar suministros a una zona de guerra en el sudeste de Asia a través de un único puerto subdesarrollado en el río Saigón y un ferrocarril parcialmente en funcionamiento. Fue entonces cuando el Gobierno vio que el transporte de contenedores era  la opción más eficiente. 

El transporte de contenedores comenzó a demostrar su valía a nivel internacional. 
A partir de este momento la industria comenzó a crecer hasta el punto en el que pronto se convertiría en la columna vertebral del comercio mundial.

A mediados de la década de los 60, diez portacontenedores con una  gran capacidad  para la época (1.000 TEUs) fueron construidos.  A finales de esa misma década, 25 barcos fueron construidos, pasando a ser el  tamaño de los más grandes de cerca de 2.000 TEU. En la década de los 70, los primeros buques portacontenedores con una capacidad de más de 3.000 TEU fueron completados por astilleros de Alemania. 

A día de hoy se puede hablar de una compleja industria, que exige de unas  inversiones sin precedentes en contenedores, terminales, oficinas y tecnologías de la información para gestionar lo que a acabado siendo una compleja logística. 

A lo largo de los años 1970 y 1980 la industria de transporte de contenedores creció exponencialmente. Hoy en día existen conexiones entre Asia y la costa oeste de EE.UU., y entre Europa y la costa este de EE.UU.. 

La ruta entre Europa y Asia comenzó a ser atendida por los consorcios (un grupo de transportistas que comparten espacio en los buques) en la década de 1970, así como algunos servicios independientes. 

La verdad es que es “curioso” como el contenedor y su transporte ha generado no solo un  mundo más pequeño sino que ha facilitado una economía mundial más grande.