19 abr 2017

Breve historia de la contenerización

A pesar de  ser un instrumento vital para el día a día de muchos ciudadanos, el transporte de contenedores apenas lleva unas décadas entre nosotros. . 

Casi desde el primer viaje, el uso de este método de transporte de mercancías creció de forma sostenida y en tan sólo cinco décadas, los portacontenedores transportan  alrededor del 60% del valor de los bienes transportados por mar. 

La idea de utilizar algún tipo de contenedor de transporte no era completamente nuevo ya que
unas cajas similares a los contenedores actuales habían sido utilizadas para el transporte por ferrocarril y caballos combinado en la Inglaterra de finales del SXVIII.

Al otro lado del atlántico, el gobierno de EE.UU.  durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó pequeños contenedores de tamaño estándar, ya que resultaron  ser un medio rápido y eficiente en la descarga distribución de suministros. 

Fue a mediados del pasado siglo cuando el Sr. Mclean, de Carolina del Norte, compró una compañía naviera con la idea de transportar la totalidad de los remolques de los camiones con su carga todavía en el interior. 
Fue entonces cuando se percato de que sería mucho más sencillo y rápido tener un contenedor que pudiera  ser levantado desde un vehículo directamente al barco sin antes tener que descargar su contenido.         


Sus ideas se basaban en la teoría de que la eficiencia podría mejorarse enormemente mediante un sistema de "intermodalidad", en la que el mismo recipiente, con la misma carga, se pudiera transportar con una mínima interrupción a través de diferentes modos de transporte durante su viaje. Los contenedores se podrían mover sin problemas entre los barcos, camiones y trenes. Esto simplificaría todo el proceso logístico. 

Como resumen, podríamos decir que la aplicación de esta idea ha dado  lugar a una revolución en la carga y el transporte que han favorecido sobremanera lo que hoy conocemos como comercio internacional. 

Solo hay que leer los libros de historia para ver que desde antaño hemos tenido grandes pueblos marineros:  fenicios, egipcios, griegos, romanos, portugueses, nosotros los españoles, o los famosos británicos. No hay que olvidar que durante miles de años, la humanidad ha enviado mercancías a través de los océanos, de una tierra a otra. Por no hablar de los piratas, descubridores y demás personajes que navegaban por el mundo en busca de  nuevos territorios o nuevos tesoros.

Como el mundo del cine se ha encargado de plasmar, la carga y descarga de mercancías se producía de forma  individual con barriles, sacos y cajas de madera en un proceso que era lento y engorroso. Sin embargo, este proceso, era la única forma conocida para el transporte de mercancías por barco hasta la segunda mitad del siglo 20. 

Como el proceso era muy laborioso, un barco pasaba fácilmente  más tiempo en el puerto que en el mar, mientras que los trabajadores portuarios movían  la  carga dentro y fuera de espacios reducidos bajo cubierta, todo ello por no hablar del alto riesgo de accidente, pérdida u robo. 

Aunque hubo algunas mejoras para hacer el proceso mas eficiente, hay que decir que fueron los avances industriales y tecnológicos, como la propagación de los ferrocarriles en el siglo XVIII, los que verdaderamente pusieron de relieve las deficiencias del sistema de transporte de cargas. 

El traslado de las cargas de los trenes a los buques y viceversa se convirtió en un verdadero problema. 

Antes de que el sector del transporte marítimo de contenedores surgiera, cajas de varios tipos y tamaños ya habían sido utilizados en el transporte de cargas, simplemente porque estas eran la forma lógica de mover la mercancía de un lugar a otro. Sin embargo, a pesar de estos avances, el manejo de carga era casi tan laboriosa después de la Segunda Guerra Mundial como lo había sido a mediados de la década de 1800. 

Durante la preparación para la guerra de Vietnam, los militares de EE.UU. se enfrentaron con el problema logístico de conseguir suministros para las tropas. Tenían alguna manera para transportar suministros a una zona de guerra en el sudeste de Asia a través de un único puerto subdesarrollado en el río Saigón y un ferrocarril parcialmente en funcionamiento. Fue entonces cuando el Gobierno vio que el transporte de contenedores era  la opción más eficiente. 

El transporte de contenedores comenzó a demostrar su valía a nivel internacional. 
A partir de este momento la industria comenzó a crecer hasta el punto en el que pronto se convertiría en la columna vertebral del comercio mundial.

A mediados de la década de los 60, diez portacontenedores con una  gran capacidad  para la época (1.000 TEUs) fueron construidos.  A finales de esa misma década, 25 barcos fueron construidos, pasando a ser el  tamaño de los más grandes de cerca de 2.000 TEU. En la década de los 70, los primeros buques portacontenedores con una capacidad de más de 3.000 TEU fueron completados por astilleros de Alemania. 

A día de hoy se puede hablar de una compleja industria, que exige de unas  inversiones sin precedentes en contenedores, terminales, oficinas y tecnologías de la información para gestionar lo que a acabado siendo una compleja logística. 

A lo largo de los años 1970 y 1980 la industria de transporte de contenedores creció exponencialmente. Hoy en día existen conexiones entre Asia y la costa oeste de EE.UU., y entre Europa y la costa este de EE.UU.. 

La ruta entre Europa y Asia comenzó a ser atendida por los consorcios (un grupo de transportistas que comparten espacio en los buques) en la década de 1970, así como algunos servicios independientes. 

La verdad es que es “curioso” como el contenedor y su transporte ha generado no solo un  mundo más pequeño sino que ha facilitado una economía mundial más grande.

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