Consecuencias de la caída del precio del petróleo.

A nadie escapa que la reciente e inesperada  caída del precio del petróleo a nivel mundial va irremediablemente a tener un impacto en la política de Oriente Medio.

Muchos de sus estados, incluyendo dos de los principales actores en la actual lucha por la influencia regional como son  Irán y Arabia Saudí dependen en gran medida del petróleo para financiar sus gobiernos y mantener  sus economías en general. Craso error sería olvidarse de Rusia, que tratando de restablecer su influencia regional después de un paréntesis de dos décadas tras la caída de la Unión Soviética, también es altamente dependiente del petróleo.

Llegados a este punto, habría que destacar que  la caída del  precio también presenta desafíos políticos internos en los estados petroleros, todos los cuales han construido regímenes clientelares que requieren cada vez de mayores ingresos para satisfacer las demandas de una población en aumento.

No puedo pasar por alto las graves perturbaciones internas y regionales que se han producido como continuación a una  severa caída de los precios del crudo en el pasado reciente. No hay que olvidar que el precio del petróleo se desplomó a mediados de la década de 1980, pasando de su máximo anterior de alrededor de 30 dolares por barril a principios de la década a un mínimo de menos de 10 dólares por barril durante unos meses en 1986. La crisis política que la caída de los ingresos ocasionó  en Argelia con el tiempo culminó en unas elecciones ganadas por los islamistas, un golpe militar, y una brutal guerra civil que duraría hasta bien entrada la década de 1990.

En 1990 la invasión de Kuwait (estado con grandes reservas de petróleo) por parte de   Saddam Hussein también se intentó explicar por su deseo de aumentar los ingresos de Irak en un momento de austeridad financiera y de inestabilidad política en el país.

Aunque los ejemplos más destacados de este tipo de eventos dramáticos vienen fácilmente a la mente cuando se piensa en períodos anteriores de bajos precios del petróleo, el hecho  es que muy pocos estados petroleros en realidad experimentaron un cambio de régimen durante anteriores caídas de los precios del petróleo y que las guerras regionales son tan probable que sucedan tanto cuando los precios del  petróleo son altos como cuando son bajos.

Los resultados geopolíticos de la disminución del precio actual del petróleo son más propensos a ser muy modestos, y de hecho, a buen seguro incluso podrían ser positivos para los Estados Unidos.

Se observa con claridad un patrón en los últimos períodos de disminución del precio del petróleo ya que las circunstancias difíciles para todos los países exportadores de petróleo podrían llevar a una reducción de las tensiones entre ellos, a medida que exploran maneras de cooperar con el fin de apuntalar el precio del petróleo.

No convendría pasar por alto que menores precios del petróleo podrían llevar a Irán, Arabia Saudí y Rusia a la mesa de negociaciones en temas de petróleo, y cualquier acuerdo que tomen podrían reducir el nivel de tensión geopolítica y sectaria en Oriente Medio en general. Existe la posibilidad de que todos estos jugadores en el juego regional estén buscando rebajar sus tensiones ya que están presionados por los precios más bajos del petróleo. Esto podría abrir una ventana para una diplomacia creativa que uniera las conversaciones antaño exclusivas sobre el petróleo a un abanico más amplio de gestión de crisis regional.

Una vez llegados a este punto, cabría saber cual va a ser el  papel que va a jugar en este nuevo escenario la geopolítica, y sobre todo si va a tener mayor poder que las simples reglas de oferta y demanda.

Por otro lado, y ya para concluir, cabría plantearse dos cuestiones importantes que se derivan de la caída de los precios en Oriente Medio. 

Por un lado saber si esta caída de precios va a desestabilizar a los gobiernos productores de petróleo y, en segundo lugar, si  dará lugar a mayores niveles de conflicto regional.

Para mi, la respuestas a ambas cuestiones es "no" ya que creo que todos los estados implicados tienen más necesidad de cooperar que de buscar confrontación.