22 abr 2015

La caída de precios no ha detenido al fracking

Cuando el año pasado el precio del petróleo cayó, muchos dieron por hecho que las primeras víctimas serían las pequeñas y ágiles empresas estadounidenses especializadas en conseguir petróleo "no convencional" procedente del esquisto, arenas de alquitrán recubierto y similares.

Después de todo, en teoría, con sus altos costos de producción y grandes deudas estas empresas eran aparentemente más vulnerables a las crisis de precios que las grandes compañías petroleras. También se pensaba que los saudíes se negaban a reducir su producción, precisamente, con el fin de provocar la quiebra de esas empresas.
Meses más tarde, sin embargo, hay pocos indicios de una caída en las cuencas de esquisto de Estados Unidos, donde la perforación horizontal y al fracking han dado lugar a una mayor producción de petróleo y gas durante los últimos cinco años.

También hay que mencionar que la caída de los precios no ha causado la "angustia inmediata" que se suponía en un principio. Un análisis de 300 empresas de petróleo y gas estadounidenses independientes en el primer trimestre de este año mostró que más de dos tercios tenían balances sanos, al menos en términos de fondos propios así como de deuda.
De la misma manera, la deuda de mas de la mitad de las empresas de tamaño medio en la encuesta se negociaba a un 80% o más de su valor nominal, lo que sugiere que los inversores no están demasiado preocupados por su salud. Las empresas que han manifestado problemas son las que tienen contratos de arrendamiento sin fondos, o que se habían embarcado en grandes adquisiciones durante el año pasado, justo antes de que el precio comenzara  a caer.

Las cifras recopiladas por diversos bancos de inversión cuentan una historia similar. 
Aunque los rendimientos de los "bonos basura" emitidos por las empresas de energía estadounidenses se dispararon desde un mínimo del 5% en el verano a más de 10,5% en diciembre, desde entonces han caído a 8% (más o menos lo mismo que a mediados de 2012).
Si que es cierto que el número de equipos de perforación de petróleo en Estados Unidos ha caído a la mitad desde octubre, desde unos 1.600 a 800. Pero, por ahora, sin embargo, la producción de petróleo estadounidense sigue creciendo incrementándose en marzo 120.000 barriles / día.

Una de las razones es que los  frackers han sido capaces de reducir los costos, junto con el resto de la industria del petróleo, como el precio de la mano de obra, el acero  u otros insumos ha caído. Dándole una alegría a sus finanzas. También se están beneficiando de las continuas mejoras en la productividad. Estos incluyen una mejor información sísmica, lo que significa que más fracks tienen éxito, la capacidad de profundizar cada vez más pozos de un solo punto y, en el horizonte, polímeros y otros fluidos que reducen el uso de agua o la llegan a sustituir por completo.


No es un camino de rosas. Las reservas de petróleo se valoran en octubre.  Los precios del año pasado de alrededor de 100 dólares por barril, valdrán mucho menos en esta ocasión. Pero incluso las empresas en dificultades no bajarán necesariamente la producción ya que los nuevos propietarios pueden llegar a  comprar sus activos de forma barata a la vez que mantienen el bombeo.

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