31 oct 2017

Mal holandés: fácil de atrapar, difícil de curar.

Los mismos efectos que provoca en las personas un invierno largo y frío son los que padecen los países ricos en petróleo cuando el precio de este es persistentemente bajo. Se entiende que al igual que hablo de petróleo lo puedo hacer sobre cualquier otro recurso sobre el que el país tiene ventajas competitivas / comparativas. Pongamos por caso lo sucedido en España con el boom del ladrillo.

Esto es especialmente cierto si los países no tienen un "buen sistema inmunológico". Por ejemplo, los exportadores de petróleo que sufren un tipo de cambio elevado, una base industrial estrecha y una distribución asimétrica de la capacidad productiva en favor de los sectores no comercializables son particularmente vulnerables a un largo "invierno" de bajos precios del petróleo.
Sin una base de exportación diversificada, el desempeño macroeconómico de estos países empeora rápidamente, por lo que casi con un efecto inmediato, sus residentes experimentan pérdidas de ingresos.

Los economistas saben desde hace tiempo que los grandes descubrimientos de recursos podrían ser dañinos para las economías a largo plazo, un fenómeno que se denominó enfermedad holandesa después de los efectos del descubrimiento de gas por parte de Holanda (de ahí el nombre de enfermedad holandesa) en el Mar del Norte hacia 1959.




Lo que no sabían hasta hace poco es lo fácil que es atraparlo. Se pensó que la enfermedad se transmitía principalmente a través de los movimientos del tipo de cambio, después de un gran ingreso de divisas, por ejemplo, debido a un descubrimiento de recursos naturales, un aumento en los precios de los productos básicos, remesas, ayuda extranjera o inversión. Una nueva investigación ha revelado que atrapar esta enfermedad es mucho más fácil de lo que se pensaba. Incluso puede suceder sin una apreciación real de la moneda.

Además, recientes investigaciones parecen afirmar que la enfermedad simplemente puede surgir de la desigualdad en la distribución de las rentas de los recursos naturales. Un boom de recursos aumenta el gasto en bienes y servicios de lujo no negociables de manera desproporcionada. Con una mayor demanda y oportunidades en estos sectores, los trabajadores abandonan otros sectores, como el manufacturero. Por lo tanto, la producción en estos sectores disminuye no necesariamente porque son costosos sino porque no son una prioridad en el corto plazo.

Además, y por si fuera poco, en el caso español el boom del ladrillo (caracterizado en parte por un crecimiento masivo del crédito bancario destinado al sector de la construcción) hizo que miles de jóvenes abandonan sus estudios porque la construcción les ofrecía muy buenos sueldos y mejores expectativas de futuro.  




La inestabilidad política doméstica también puede dar lugar a la enfermedad holandesa. Además, se ha constatado que la inestabilidad política está asociada con flujos de inversión significativamente reducidos solo en los sectores de servicios y manufactureros comerciales.  

Las inversiones extranjeras en terrenos urbanizables en los sectores de recursos naturales y servicios no comerciables son insensibles a la inestabilidad política. De hecho, a los inversores a menudo no les importa la gobernanza si tienen un acceso privilegiado a los recursos, y continúan invirtiendo en proyectos relacionados con los recursos en economías políticamente inestables e incluso devastadas por la guerra. Por lo tanto, la inestabilidad política puede acarrear un cambio desde los sectores comerciales hacia sectores basados ​​en recursos sin una apreciación del tipo de cambio.

Por lo tanto, no solo una tasa de cambio sobrevaluada, sino una gran desigualdad o inestabilidad política también debilitan al sistema inmune de las economías ricas en recursos y dan lugar a la enfermedad holandesa. Esto significa que hay más para tratar la enfermedad holandesa de lo que parece. 

La devaluación de una moneda puede no ser suficiente para reactivar los sectores exportadores si la desigualdad de ingresos y la inestabilidad política son los verdaderos problemas subyacentes. En muchos casos, la distribución desigual de las rentas de los recursos también se encuentra en el centro de la inestabilidad política, creando complicaciones adicionales.

Igual una buena solución consistiría en distribuir los ingresos de los recursos directamente a las personas poder ayudar a estos países a salir de una condición de economía política de bajo nivel y abordar una serie de problemas, incluidas ineficiencias en los mercados laborales y el sector público. Los mismos factores de economía política, sin embargo, también dificultan la aplicación de esta idea.


Las élites en estos países a menudo se aferran a su poder de monopolio sobre el control de los recursos naturales. Los empleos en el servicio público, los subsidios y otras formas de transferencias están generalmente orientados a asegurar la influencia política y la supervivencia. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, no solo un marco macroeconómico sólido, sino también una transformación profunda de la relación entre el estado y la sociedad es fundamental para la curación de la enfermedad. ¿Cómo se puede lograr una transformación tan fundamental? Esa es la pregunta de mil millones de dólares. Transferir al menos una parte de los ingresos directamente a las personas sería un buen comienzo.

25 oct 2017

Machine Learning

Big data, inteligencia artificial, internet de las cosas...

Estas y otras tecnologías han venido ocupando parte de los titulares de los últimos tiempos, pero ahora el “machine learning” o aprendizaje automático parece que es el “must” a seguir.

Veamos cómo la irrupción de estas tecnologías está cambiando la vida de los consumidores y las empresas.
Solo hace tres décadas atrás, la idea de un aprendizaje automático por sí solo habría alimentado el peor tipo de pesadillas de ciencia ficción sobre los robots que se apoderarían del planeta. Hoy en día, el aprendizaje automático es tan común que apenas lo notamos. 

Los ordenadores aprenden rutinariamente lo que vemos en televisión, lo que compramos, cómo hablamos, e incluso cómo nos sentimos, además por si lo anterior fuera poco, ya somos capaces de utilizarlo para hacer predicciones sobre cómo actuaremos a continuación.


A medida que el campo del aprendizaje automático (ML) se ha vuelto cada vez más convencional, ha evolucionado hasta llegar al alcance de las empresas de todos los días, que utilizan cada vez esta tecnología (¿disruptiva?) para gestionar muchos aspectos de sus operaciones comerciales.

Por todo lo visto recientemente podríamos decir que ha habido una explosión que ha ocasionado que esta tecnología se haya convertido cada vez menos en un campo en sí mismo y más en una mera herramienta cada vez más utilizada por personas de otros campos.
Otro de los fascinantes avances de hoy en día es que podemos utilizar esta tecnología sin siquiera tener que entender cómo funciona exactamente el aprendizaje automático para utilizarlo. En términos simples, el aprendizaje automático es una combinación de campos, que incluyen estadísticas, ciencias de la computación y recuperación de información, que les enseña a los ordenadores a reconocer patrones que les permitan predecir nuevos patrones para el futuro.

Es por ello que a tenor de lo anteriormente comentado podemos decir sin temor a equivocarnos que estamos ya en una nueva revolución industrial, una revolución industrial liderada por algoritmos.

Todos hemos visto el proceso en acción, ya sea porque Amazon nos haya dicho que "también nos puede gustar" un libro de temática similar al que acabamos de seleccionar; es decir conocimiento es tal que basado en patrones previos, son utilizados para descubrirnos aquellos libros que nos pueden ser de interés.

A medida que los algoritmos se vuelven cada vez más avanzados, pueden comenzar a conocernos mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. Para ilustrar esto con un ejemplo de sobra conocido por todos, recordemos el caso de un cliente de Target cuando irrumpió enfadado en una tienda con una circular de ropa de maternidad que le habían enviado a su hija adolescente, para descubrir que la tienda había “descubierto” con precisión que su hija sí que estaba embarazada.

Gran parte de las primeras aplicaciones del aprendizaje automático se tenían que ver con el lenguaje. A comienzos de la década de 1940, el matemático británico Alan Turing concibió las gramáticas abstractas para analizar textos y describir el razonamiento. Desde entonces, el campo del análisis textual ha crecido hasta tal punto que los analistas pueden tener “huellas dactilares" de autores particulares por la probabilidad de cómo usan conectores tales como "el", "y" y "eso".

Más recientemente, el aprendizaje automático se ha trasladado al ámbito de la detección de la emoción mediante el examen de la probabilidad de que ciertas palabras aparezcan cerca unas de otras según el estado de ánimo de una persona. Es decir, se está analizando el sentimiento. De hecho, cada vez es más común que las empresas controlen su imagen de marca a través de lo que los clientes dicen de ellas en línea: buscando para ello tendencias de palabras clave positivas o negativas.
No es necesario que sea, por ejemplo, American Airlines para aprovechar estas herramientas ya que hoy en día se pueden comprar productos listos para usar que pueden minar Twitter y desarrollar un análisis detallado de cómo cambia el sentimiento en tiempo real.

El mundo de las finanzas o de la banca es otro sector donde el aprendizaje automático se volverá más común, ya que los bancos y las compañías financieras usarán datos sobre cómo los clientes usan el dinero para predecir los patrones futuros. Por ejemplo, si Visa o el BBVA procesan esa información sobre las tarjetas de crédito o las transacciones de sus clientes por todo el mundo, podría predecir si un cliente en particular se va a endeudar demasiado y puede llegar a provocar un impagado en el futuro.

El aprendizaje automático incluso se está utilizando para aprender más sobre las máquinas, por ejemplo, en aeronáutica ya que a día de hoy los fabricantes ya utilizan cada vez más los algoritmos para el mantenimiento preventivo.
Las aerolíneas comerciales a día de hoy ya predicen cuándo los motores o demás sistemas aeronáuticos fallaran en función del rendimiento anterior, adelantándose así a imprevistas y costosas paradas muchas veces no programadas.



De todas estas maneras, está claro que, mientras que las máquinas no podrán dominar el mundo a corto plazo, el aprendizaje automático sí que será capaz de dominarlo. Además, tengo la firme convicción de que se convertirá en algo cada vez menos misterioso y en un tema habitual que espero se llegue a enseñar a medio plazo en las facultades porque será algo que todo el mundo tendrá necesidad de aprender.

En el mundo empresarial, las capacidades de ciencia de datos se convertirán en una fuente de ventaja competitiva en más y más industrias. Es por ello que las empresas deberían invertir en la recopilación de datos y las capacidades de almacenamiento, así como en el análisis de los mismos, ya que detectar qué clientes o empleados están a punto de abandonar, cómo maximizar la efectividad de cada euro invertido en publicidad, cómo hacer el mejor uso posible de los recursos existentes dentro de la empresa dependerá de las capacidades de sus directivos de saber e implementar la ciencia de datos.


En resumen, para ser competitivo en un futuro no muy lejano, la mayoría de las empresas deberían pensar hoy en invertir en tecnologías impulsadas por datos, como análisis de datos, aprendizaje automático o Internet de las cosas puesto que aquellos que no invierten en ello ahora se quedarán atrás. 

3 oct 2017

Mensaje de Su Majestad el Rey


Su Majestad el Rey durante su intervención

© Casa de S.M. el Rey Palacio de La Zarzuela. Madrid, 03.10.2017

Institucional

 
Buenas noches,
Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.
Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno.


Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.
Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada. Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España.
En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común.
Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.
Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes.
A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.
Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.
Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza.
Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.
Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España.