20 feb 2013

Nuevas formas de Selección de Personal. II

Algunos de los que más saben de publicidad dicen que uno de los artículos mas complicados de publicitar para luego vender es la cerveza... será por aquello de que cada uno parece tener ya elegida su marca o por que la cuestión del gusto es algo muy difícil de modificar.

La empresa Heineken es conocida en el mundillo por cosechar grandes éxitos en sus campañas publicitarias y para ello hacen falta varias cosas siendo el talento la más complicada de tener.
Es por ello que para encontrar perfiles que se ajusten a este valor hacen falta encontrar canales de contratación diferentes a las habituales entrevistas. Pues después de todo, cualquiera que haya tenido un poco de interés por leer algo sobre el tema o simplemente haya pasado por alguna de estas entrevistas ha tenido que contestar a las típicas preguntas:

“Dame una razón por la que debería de contratarte”, “cuál es tu mayor virtud”, “cuál es tu mayor defecto" etc, etc. Pero bien, si sabemos que nos van a preguntar eso, casi seguro que ya tengamos una respuesta preparada (aunque yo no lo recomiendo)  para cada caso.

Al igual que en su día ya publiqué un post titulado "Nuevas formas de selección de personal, el caso Facebook". Ahora me ha llamado la atención el caso de Heineken.

Vamos a contarlo. Heineken lanzó una campaña para descubrir realmente el talento de entre más de 1500 aspirantes, una acción donde debían superar una  entrevista de trabajo que jamás podrías imaginar, unas pruebas tensas y un singular entrevistador que pondría en estado de alerta a cualquiera.

De entre todos los aspirantes, tan sólo tres pasaron a la prueba final, que consistía en que los propios integrantes del departamento de Marketing votasen la mejor entrevista mediante un portal interno.

He aquí un vídeo de como se hizo el proceso de selección... Simplemente Genial.




Y es que después de todo, estamos en una época donde el bien más escaso es el talento. Es por ello que los métodos tradicionales de selección ya no valen. O al menos ya no son los únicos métodos posibles. Encontrar talento no es fácil, pero existir, existe.

12 feb 2013

Algo tiene que cambiar.

Algo tiene que cambiar.

Ante la avalancha de (presuntos) casos de corrupción, la ciudadania exige medidas de regeneración democrática. Muchos somos los que pensamos que los políticos como servidores públicos que son deberían ser ejemplo a seguir, así como que deberían auto exigirse ser moralmente los mejores.

También sabemos que no serán ellos mismos los que promuevan el cambio que la sociedad les reclama puesto que son los propios políticos los que se aprovechan de un sistema electoral podrido de raíz donde la honradez, los valores y la capacidad no valen de nada. Lo importante es ser fiel al jefe que te ha puesto en la lista, y es por eso mismo que el primer objetivo del candidato es estar bien posicionado en las listas.

A muchos nos gustaría ver que hacen, como actúan y como trabajan por los demás esos candidatos si se quedarán fuera de las listas... Aunque también hay que decir que NO son todos ni mangantes ni corruptos, pues entre ellos hay muchos de validos, de trabajadores y de honrados.
Esta claro que por el hecho de ser político no hay que ser necesariamente corrupto, ahora bien, tener posiciones de poder, inmunidades parlamentarias y esa clase de privilegios que tienen nuestros empleados públicos les hace más proclives que a otros a ser corrompidos.

No hay que olvidar que quienes mal-utilizan los recursos públicos nos están robando a todos pero especialmente a la gente con menos recursos o con menos posibilidades tales como dependientes, minusvalidos y parados.


Yo creo que un primer paso para solucionar este grave problema que nuestros empelados públicos nos están creando es que haya una mayor y mejor formación en valores.

Como esto de los valores es algo que suele crear confusión me permito dejar este vídeo de una joven que les reclama a sus propios compañeros un cambio.

 



 Algo tiene que cambiar.


10 feb 2013

Los buenos lideres generan confianza


Los buenos lideres generan confianza.


Cualquier líder en cualquier ámbito desea generar confianza. De hecho, es difícil imaginar un liderazgo eficaz sin ella. Sin embargo, la confianza es inconstante y a la vez algo difícil de clasificar. Además simplemente con decirle a la gente que tenga confianza rara vez ha funcionado.

De todos es sabido que algunos líderes sobresalen en la generación de confianza en sus filas. Principalmente mediante el ejemplo, o como a mi me gusta decir,  con la pedagogía del ejemplo. Para ello hay que comenzar por ser consciente del papel fundamental que juega la confianza en las relaciones actuales.

La importancia de la integridad  rara vez ha sido más necesaria de lo que es ahora. Hace sólo unos años que vivimos una situación de crisis financiera que  ha afectado profundamente en la psique del pueblo.. .Incluso hoy en día, hay pocos signos de mejora pues  la economía sigue en mal momento a la vez que surgen nuevos escándalos, y los culpables de todo esto escasísimas veces ni siquiera son acusados.

Ante la falta de justicia, o al menos la percepción de la justicia,
el pueblo ha perdido la fe en la gran mayoría de los líderes y las instituciones. Como resultado, la desconfianza ha alcanzado un nuevo nivel, un máximo histórico.
Es por ello que en estos tiempos de incertidumbre, los líderes tendrán que trabajar mas duro aún para establecer y mantener la confianza del pueblo que los ha elegido.

En política existen dos partes, por un lado los partidos que crean programas electorales y quienes los apoyamos en forma de voto cuando se nos da la oportunidad. Pero claro, estos dos grupos tienen prioridades distintas.
Por un lado los primeros quieren ganar y por el otro lado los segundos quieren estar mejor que estaban y tener expectativas de futuro.

Solo los lideres auténticos comprenderán que los valores del segundo grupo han cambiado a una velocidad de vértigo pues hace solo unos años  las prioridades eran otras. Hemos pasado de tener  un pueblo que quería viajar a lugares cada vez más exóticos y lejanos, tener un coche mejor que el del vecino, una segunda residencia el la playa, ir en invierno a esquiar,  salir a cenar cada dos por tres etc. a tener un pueblo que solo quiere dos cosas; la primera poder trabajar, la segunda tener confianza en sus lideres.

Además deben de ser capaces de desarrollar una estrategia de comunicación que no se centra en las palabras, púes  si lo que dicen es  importante, hoy en día son las acciones, los gestos realizados y sobre todo, la forma en que los hacen son aún más importantes.

Con demasiada frecuencia, la estrategia de comunicación se vuelve confusa por centrarse excesivamente en las palabras y el dejando poco espacio para la acción. Aparte de mostrar transparencia y demostrar respeto por las ideas de los demás  no hay que olvidar que para liderar con confianza, siempre hay que poner las necesidades y preocupaciones del pueblo como prioridad absoluta de su estrategia de comunicación.

Otro aspecto que todo buen líder tiene que saber manejar es su visibilidad como forma de generación de confianza.
Pero esta visibilidad no significa el estar en un montón de actos innecesarios, pues es precisamente en momentos de crisis de confianza como la que estamos viviendo cuando la visibilidad se vuelve esencial ya que en momentos de crisis es donde aparecen los verdaderos líderes.

Por otro lado y ya para acabar mencionaré dos aspectos; por un lado la accesibilidad al pueblo y por otro la necesidad de no dejar jamás de escuchar ya que el pueblo quiere tener la sensación que es capaz de llegar a sus lideres así como sentirse escuchado
.

Si un líder quiere ser un buen líder no tiene más remedio que hacer sentir a su pueblo que se siente escuchado y valorado.

8 feb 2013

¿Primavera Española?


¿Primavera Española?

 
Después de los acontecimientos que hemos visto estos días en los que la supuesta corrupción de algunos políticos vuelve a ser la principal noticia de los informativos, me pregunto que es lo siguiente que va a pasar.

La corrupción es el segundo problema mas importante para el pueblo español. El primero somos los 6.000.000 de personas que queremos trabajar y no podemos encontrar un trabajo.

Volviendo al tema de la corrupción y la desvergüenza, hay que decir que si hay mas de 300 casos de corrupción en los tribunales ¿cuantos habrá por destapar?

Ahora son de un partido, después del otro, luego de aquel otro y así vuelta a empezar. Pero eso sí, lo importante es lo que hace el otro.

Parece que a los partidos políticos sólo les sigue interesando la pérdida de votos en las siguientes elecciones generales y siguen cometiendo la misma burla hacia el ciudadano a la que nos tienen acostumbrados desde hace ya mucho tiempo.

Hay que remarcar que sólo son dos los partidos que han gobernado España desde el final de la dictadura y que algunos de sus dirigentes siguen siendo los mismos.

¿No será ya demasiado tiempo? Pero bueno, si lo dejan ¿a que se van a dedicar?

Gracias a sus desaciertos los ciudadanos no ven alternativa, parece que no confían en el Presidente del gobierno y menos aún en el líder de la oposición.

Todo ello cuando la marca España y nuestra reputación esta bajo mínimos históricos, pero no importa, hasta dentro de tres años no vuelven a haber elecciones. ¿Entonces, por qué preocuparse?

¿Que mas da si "la Biblia conservadora", The Economist, habla de "chorizos" junto a la foto del Presidente del Gobierno ?
 
¿Que mas da si el Financial Times dice del propio Presidente que es "un político de provincias poco dispuesto a aceptar la realidad y no es el adecuado para resolver una crisis compleja e internacional"?

No hay que olvidar que los políticos son empleados del ciudadano y se deben a el pueblo.

Fueron elegidos para solucionar los problemas del pueblo y para mejorar el bienestar de los ciudadanos y parece que una vez mas todo es al revés.

 Pero bueno, mientras se habla de esto nadie se acuerda de los 6.000.000 de parados que ellos han creado y que a todas luces son incapaces de reducir.

Entonces ¿para que los queremos? ¿Por qué seguimos pagándoles un sueldo que a todas luces no se merecen?

Quizá un pueblo ya harto tome medidas que antes no se habían visto.
Quizá salga a la calle y diga "basta ya".
Quizá ya no quiera que con su dinero se subvencione a los propios partidos políticos.
Quizá quiera que los condenados por corrupción tengan que devolver todo el dinero robado antes de salir de la cárcel.

Quizá, ya no quiera seguir siendo estafado por sus propios empleados... y decida tomar el mando...

 

 

 

 

2 feb 2013

La Batalla de Stalingrado nos libró del nazismo...

La Batalla que nos libró del nazismo

Tras los triunfos del ejercito nazi en las invasiones de Polonia, Noruega, Francia, Bélgica y Holanda, la popularidad de Adolf Hitler aumentó muchísimo entre el descontento pueblo alemán. Tras tantas victorias apabullantes, Hitler sentía que no se le iba a resistir ningún territorio que el pensará capturar.

Su próximo objetivo fue Stalingrado, pero este no solo iba a ser inconquistable, sino que iba a cambiar la historia del nazismo y la de toda Europa para siempre. La Batalla de Stalingrado fue una de las batallas más importantes y quizá la más decisiva de la Segunda Guerra Mundial en la que la Alemania nazi y sus aliados lucharon contra la Unión Soviética por el control de la ciudad de Stalingrado.

Los libros de historia, dicen que dicha batalla tuvo lugar entre el 23 de agosto de 1942 y el 02 de febrero del año 1943, por lo que hoy se cumplen 70 años de aquella masacre que cambiaría el mundo para siempre. Fue una batalla que se caracterizó por los constantes combates cuerpo a cuerpo y por la total falta de respeto por las víctimas militares y civiles.
Es una de las batallas más sangrientas en la historia de la guerra, con una estimación que bien podría estar cercana a 4.000.000 de muertes. Las graves pérdidas sufridas por el ejército alemán supusieron un punto de inflexión en toda la guerra. Después de la batalla de Stalingrado, las fuerzas alemanas nunca recuperaron su fuerza anterior, y no pudieron alcanzar ninguna otra victoria estratégica en el Oriente.

La ofensiva alemana para capturar Stalingrado comenzó a finales del verano de 1942, siendo apoyada por el intenso bombardeo de la Luftwaffe, que redujo gran parte de la ciudad a escombros. La ofensiva alemana finalmente se vio envuelta en la lucha cuerpo a cuerpo y edificio a edificio, y a pesar de controlar casi toda la ciudad, a veces, la Wehrmacht no pudo desalojar a los últimos defensores soviéticos que hábilmente se atrincheraban en la orilla oeste del río Volga. El 19 de noviembre de 1942, el Ejército Rojo lanzó la Operación Urano, un doble ataque dirigido a los flancos del 6 Ejército Alemán.
Después de intensos combates, los flancos más débiles del Eje se derrumbaron y la ayuda del 6 º Ejército fue cortada fuera quedando así rodeada Stalingrado. A medida que el invierno ruso iba siendo más duro e insoportable, el 6 º Ejército se iba debilitando rápidamente sufriendo cada vez mas de hambre y frío así como de los continuos ataques soviéticos. Con el tiempo, la incapacidad de las fuerzas alemanas para romper el cerco, junto con el fracaso de poder reabastecer a sus tropas por aire, les llevó al colapso final. A principios de febrero de 1943, la resistencia del Eje en Stalingrado había cesado y los elementos restantes del 6 º Ejército se había rendido o bien habían sido aniquilados.

La batalla duró más de medio año y gracias a las durísimas consecuencias que tubo la batalla para el ejercito Nazi, se empezó a gestar el principio del final del nazismo en Europa.

La reiterada negación de Hitler a renunciar a Stalingrado supuso aparte de muchísimas más bajas de las previstas para sus tropas, que muchos de sus oficiales vieran en él a un líder ya sin futuro que iba a llevar a su ejercito hacia un desastre seguro. La perdida de tropas por parte de los nazis fue tal que a partir de ese momento el ejercito nazi ya no pudo nunca más tomar la iniciativa y paso totalmente a la defensiva.

Además, tal situación hizo que el antaño temido ejercito nazi al que nada ni nadie se le oponía ahora hubiera perdido dos cosas: un montón de bienes de guerra que ya no pudo recuperar y su más preciado tesoro: su orgullo. Ya nunca más serían aquellas fuerzas invencibles que Hitler dijo podrían conquistar hasta el cielo.